Todo se transforma
Con ingenio y mediante la obtención de materias primas a partir de desechos, dos jóvenes cordobeses crean productos originales que les dan una nueva vida a estos materiales olvidados, introduciéndolos en un nuevo ciclo.
Gregorio Gutiérrez (Publicista y Fotógrafo) y Hernán Guerra (Diseñador Industrial) son dos amigos que se conocieron andando en skate, lo cual de algún u otro modo hizo que se desarrolle en ellos cierta mirada sobre diferentes elementos que uno encuentra a menudo por la calle. Hace unos años, se les presentó la oportunidad de “hacer algo” con un galpón en desuso que había funcionado para la reparación de camiones y que contenía pallets, bulones, hierros, depósitos de agua y cables de acero, entre otras cosas. Donde otros vieron basura, ellos se encontraron con la materia prima para generar algo diferente. Así fue que nació Plagalab.
El nombre hace referencia a una expansión “plaga”, en este caso, de un pensamiento, de una manera de actuar frente a una situación actual, presente en la sociedad, con la conciencia sobre la generación de desechos y el incompleto circuito que estos recorren a lo largo de su vida útil. Por otro lado el subfijo “Lab” hace referencia al camino exploratorio que se desarrolla día a día con la materia prima que disponen para el desarrollo de nuevos productos.
Dejando atrás el primer galpón, se mudaron a otro espacio en donde se comenzaron a enfocar el accionar en el desarrollo y creación de productos tanto funcionales como estético-decorativos desarrollados íntegramente o en gran medida con materiales de descartes de industria como luminarias, percheros, contenedores, mobiliario de exterior-interior, entre otros, y la prestación de servicios que se dirigen tanto a la decoración como al armado de locales comerciales y el desarrollo de objetos por pedido y a medida.
“Los principales clientes son personas de entre 20 -45 años, tanto hombres como mujeres, que comparten y valoran de algún modo nuestro compromiso con el medio ambiente como también la estética desarrollada en cada uno de nuestros productos. Familias en plena formación, o estudiantes que comienzan a amoblar libremente su departamento, son casos habituales”, comentan los creadores de PlagaLab.
En la actualidad están continuamente en movimiento conociendo nuevos descartes y accediendo a ellos de diferentes formas, todo depende de las propiedades del material que se localice, los volúmenes de disponibilidad del mismo y del uso que se defina para tal. Los lugares más habituales de donde surgen son pequeñas y medianas industrias y talleres específicos, entre otros.
“A futuro queremos lograr más especificación en el desarrollo de objetos, desarrollando líneas que compongan el abanico abordado por la marca, dando posibilidad a terceros que se especifiquen en el desarrollo de alguna técnica que contemple la recuperación de un material, y generando productos en conjunto unificando diferentes procesos. Poner énfasis en alianzas estratégicas con proyectos amigos, con los cuales se compartan principios de sustentabilidad y recuperación de materiales, aspectos que son para nosotros de gran importancia para un futuro próximo”, contó Hernán, uno de sus integrantes.