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Publicado en mayo 31st, 2020 | por CBArq

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TENDIEZ lleva sus experiencias al mundo virtual

El jueves 14 de mayo, se desarrolló la tercera edición de las conferencias digitales de TENDIEZ.

Hace un par de meses, nuestra realidad cambió de manera inesperada y muchos de los cambios de hábitos en nuestra forma de trabajar, aprender y de relacionarnos llegaron para quedarse.  La educación, es sin lugar a dudas, uno de los rubros más afectados por la pandemia: actualmente se estima que más de 1300 millones de alumnos y más de 60 millones de profesores alrededor de todo el mundo se encuentran en la virtualidad para aprender y enseñar. Para reflexionar sobre este tema que nos afecta a todos, TENDIEZ Experiencias organizó su tercera conferencia web bajo la temática “Aprendizajes a futuro sobre los espacios para la educación”, que contó con las disertaciones de los arquitectos Daniel Silberfaden, Mónica Bertolino y Emiliano Espasandin.

Organizado por los arquitectos Hernán Barbero y Alicia Falconi, Tendiez Experiencias es un ciclo de charlas de 10 minutos con múltiples oradores que hace años recorre el país para compartir experiencias que generen aprendizaje e inspiración. En este contexto, adaptó su formato al mundo virtual.  La conferencia web contó con el auspicio de GrupoA, Thesing Construcciones, Daikin, ISAE, Indusparquet, Mendoglass, VASA y Vidrial.

Desde Buenos Aires, Daniel Silberfaden, titular del estudio Silberfaden Arquitectos y decano de la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Palermo, habló sobre los espacios para aprender en tiempos de pandemia.

Gracias a la historia y los aprendizajes, no me extraña que lo que está pasando afecte a largo plazo los comportamientos humanos y que, consecuentemente, se produzcan transformaciones en los usos y costumbres conocidas hasta antes de la pandemia.  En la educación, hay procesos que son insustituibles, pero hay otros en los que se puede recurrir a la educación online”.

Mónica Bertolino, socia del estudio Bertolino-Barrado, docente de la UNC, UCC y UNL; y cofundadora de la RedSur, hizo referencia a los espacios colectivos de interacción para el aprendizaje que hoy están en jaque. 

“El mundo colectivo se disuelve. La experiencia colectiva, aprender del otro, están en jaque. El espacio público vuelve a ser un espacio de miedo y en contraposición el espacio privado nos hace sentir protegidos. Nos falta perspectiva para responder claramente lo que se nos presenta. Vivimos tal distopía que es difícil poder saber y responder a qué realidad vamos a volver”.

Emiliano Espasandin, del estudio Palo Arquitectos radicado en Nueva York, hizo referencia a una cuarta revolución industrial.

“El espacio público se nos empezó a restringir, se produce una fusión del espacio público y zonas de exclusión humana. La relación entre máquinas, la autonomía de estas. El coraje de tomar nuestras propias decisiones aun en la incertidumbre. La pandemia anticipó algo que imaginábamos venir. El espacio y el ámbito de aprendizaje siguen siendo importantes, no el aula. La manera de aprender ha cambiado, el espacio no puede ser el mismo, no será el mismo. Cualquiera de nosotros puede tener acceso al mismo. El debate que nos debemos es sobre el espacio. La educación sigue siendo una garantía de construir un patrimonio humano”.

Ver conferencia completa en:  https://youtu.be/-8WRt_KFZX0

Asistentes virtuales

El mundo cambió y la incertidumbre parece ser la nueva normalidad. Ante este panorama, queda preguntarnos ¿Cuál es el aporte de la arquitectura en el avance hacia esta nueva normalidad de incertidumbre? Algunos de los asistentes virtuales al evento compartieron su opinión y visión sobre este contexto tan particular. 

Juan Urgell

“No creo que los espacios áulicos desaparezcan, considero que la interacción tanto en la enseñanza y luego en el trabajo es muy importante como forma de solución de los problemas y nuevos desafíos a los que nos enfrentamos diariamente”.

“En determinadas circunstancias, las clases virtuales pueden servir, aunque creo que hay una enorme diferencia entre aquellas que son en vivo y las grabadas, ya que éstas últimas no permiten la interacción del grupo que motivan tanto al profesor como al alumno”.

“Espero, como todos, que la vacuna o algún tratamiento nos permita volver a las formas de vida que conocimos, sería muy triste perder los recreos en los colegios, las reuniones de amigos y los encuentros deportivos con público. Por otra parte, la educación tiene instancias en las que se puede pensar en la educación a distancia, pero para ello también hay que pensar, cómo poder dar una igualdad de oportunidades para que todos puedan acceder a la tecnología”.

Juan Martín Urgell. Arquitecto, Estudio Urgell-Penedo-Urgell.

Gustavo Ferreyra

“Estimo que las aulas presenciales no van a desaparecer, más bien se van a reinventar, pensando en el aprendizaje de la arquitectura; de hecho, ya se han rendido tesis por el sistema de aula virtual. Pienso que será un tema a debatir entre los docentes y los alumnos que en su mayoría son nativos digitales. En nuestro ámbito académico (Fac de Arq UCC ), ya se venía pensando en ir a la modalidad de “aula virtual” con todas las llamadas materias teóricas, tal como lo venimos haciendo en tiempos de pandemia; en mi cátedra tuvimos la primera clase presencial (presentación, encuesta individual y armado de grupos de trabajo) y desde entonces venimos transitando en la virtualidad; para ello la UCC tenía armada su plataforma virtual y además gestionó la aplicación de todas las herramientas de Google para acceder a su uso en plenitud. Según la experiencia que venimos transitando, la clave está en tener una eficaz comunicación interna con la cátedra y la secretaría técnica de la Facultad, a la vez que manejar el uso del espacio educativo en los mismos tiempos presenciales, y subir todos los contenidos digitalizados en el drive de consulta de alumnos (clases, trabajos prácticos, material de apoyo, bibliografía, etc)”.

Gustavo Ferreyra. Arquitecto, Docente Facultad de Arquitectura UCC.

Mariana Papis

“La cuarentena nos ha colocado a todos en lugares impensados para poder desarrollar nuestras actividades diarias del modo más eficaz posible. El futuro no está construido, pero casi podríamos afirmar que la modalidad online ha llegado para quedarse y formar parte de nuestras vidas. El ámbito educativo ha debido adoptarla para poder dar continuidad a su tarea y ha encontrado allí una herramienta interesante, pero que no podrá permanecer en el tiempo como la única. Educar no es solo transmitir conocimiento; el factor socializante es fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje y no podrá ser reemplazado por los medios digitales”.

“Para poder volver a las aulas en el corto plazo deberán adaptarse los espacios educativos fundamentalmente para poder mantener la distancia social y promover las actividades al aire libre. La mixtura de lo presencial y lo virtual permitirá que algunos permanezcan en casa educando y educándose, mientras otros puedan estar en las aulas y viceversa. Por lo tanto, algunos espacios en las viviendas deberán también ser reformulados para dotarlos, en la medida de lo posible, del confort necesario para enseñar y aprender”.

Marina Papis. Arquitecta.

Carlos Wolovik

“Mi generación experimentó transformaciones en la forma de aprender/ enseñar. Paulatinamente, se fueron introduciendo métodos más tecnificados, siguiendo las novedades que los propios alumnos traían, la facultad y sus docentes fueron tras esas innovaciones, primero oponiendo resistencia para ir lentamente incorporando los nuevos instrumentos ligados a la informática, presentación, elaboración y gestación de proyectos a distancia. La biblioteca virtual reemplazó a la real. Sin embargo el rol orientador del docente en el contacto presencial siempre fue un elemento clave, insustituible, para el análisis de los problemas en discusión, el espacio social compartido, la construcción de identidad que nace del encuentro con el otro, deja marcas importantes. La formación integral del estudiante como ser social tuvo siempre un papel muy importante en la facultad, lugar de discusión y vínculo que alentó siempre una actividad con el afuera, con otras disciplinas, integrando lo cultural, lo político, la extensión hacia la sociedad, la investigación, la especialización. ¿Por qué temer entonces a los cambios que se vienen? Está demostrado que las cosas no han permanecido quietas, es la institución la que hoy debe poner en cuestión sobre cómo acompañar los desafíos que el momento actual impone. No sabemos en éste momento , qué mundo nos tocará, seguramente distinto del que imaginábamos, pero hemos avanzado y deberemos seguir pensando en métodos y tecnologías que nos permitan enfrentar los cambios y desafíos que se avecinan rápidamente. Se ha dicho como conclusión en esta disertación, que se trabajará a distancia, pero siempre será insustituible el vínculo humano. La arquitectura educacional no estará ajena a estos cambios, imaginemos un equipamiento flexible y cambiante que los posibilite. La rápida transformación de los espacios será un objetivo a cumplir en la formulación de programas acordes a esta realidad”.

Carlos Wolovik. Arquitecto /Ex profesor adjunto y miembro fundador de la Cátedra de Equipamiento/ FAUD UNC.

Armando Bissio

“Coincido con los expositores, en cuanto a que estas enseñanzas digitales, han sido disruptivas y son de resultado incierto aun. También, con el “fuego de secta”, que históricamente, mantiene la enseñanza de arquitectura, nutriéndose en el taller, y relativamente en la pantalla. No creemos posible la desaparición del “agora” presencial. Deberá pensarse para los nuevos usos mixtos de audición directa y digital.   En paralelo, en los ámbitos residenciales, se deberán diseñar nuevos espacios estables, amplios, bien iluminados, para el trabajo digital, para tareas de estudio o laborales, que hasta ahora, se habían desarrollado en espacios residuales, o de contingencia improvisada”.

Armando Bissio. Arquitecto.

Gustavo Castillo

“El futuro post-pandemia nos obliga a repensar los espacios interiores de concentración humana: espectáculos (musicales, deportivos, teatros, etc.), culto, oficinas y educación; y ni hablar de las grandes concentraciones humanas (ciudades como Nueva York). No podrá haber un retorno a la normalidad, que muchos esperan, porque esa supuesta “normalidad” fue la causante del problema. Tampoco sabemos qué pasará cuando la pandemia termine: puede haber rebrotes; y aun cuando aparezca la vacuna, y sea probada, efectiva y accesible a todos (no sirve si solo es para algunos), existirá en nosotros el temor latente de una “segunda pandemia” por otro virus (como ocurrió después de la primera guerra mundial). Mientras tanto tenemos que continuar con la educación; y hoy la “única” posibilidad real son las plataformas digitales o web. La gran pregunta hoy es que, si mientras esperamos la “milagrosa vacuna”, estas plataformas (hoy elementales) logran desarrollarse y ser prácticas y efectivas para resolver el proceso de enseñanza aprendizaje, ¿quien querrá volver a las aulas? Es probable que el espacio físico para la educación se reduzca sensiblemente, y solo sea utilizado para tareas administrativas y para exámenes presenciales, presentaciones finales, tesis y pocos trabajos que requieran de la interacción humana directa De ocurrir esto el otro gran tema será resolver la inequidad social, pero allí el estado será quien deberá garantizar a sectores desprotegidos de las herramientas necesarias y conectividad para acceder a la educación”.

Gustavo Castillo. Arquitecto.

Romina Rossetti

“Pienso que nos llevará un tiempo adaptar lógicas tan diferentes en términos de tiempo y espacio entre una modalidad y otra, pero es imprescindible hacerlo en la medida que las entendamos complementarias. Ambas pueden coexistir y nutrirse una de otra. Además, hoy se suma un factor más que es el de la emergencia, donde la modalidad actual es producto de un mecanismo de respuesta acelerado para preservar la continuidad de la enseñanza. Estamos en un proceso de experimentación, de prueba y error donde lo urgente muchas veces no nos permite enfocarnos en lo importante. El rendimiento tal vez no sea hoy el centro del debate, sino el hacer foco en otros aprendizajes menos eficientes, pero más significativos. Si bien la fragilidad del escenario actual y una percepción de mayor proximidad nos ha hecho conectar desde un lugar más humano, menos mecanizado. La conectividad aún no es inclusiva. Lo virtual no se ha democratizado como espacio. El espacio físico, como lugar de encuentro e intercambio sigue siendo esencialmente el ámbito más propicio e integrador para el aprendizaje”.

Romina Rossetti. Arquitecta, profesora asistente en Arquitectura 5 A-FAUD-UNC, y profesora invitada en Paisaje-FA-UCC.

Arq. Ivana Primitz

“Mientras los entornos digitales nos fuerzan a desarrollar otras metodologías didácticas y formas de socialización, muchos nos hacemos conscientes que los aprendizajes más grandes de la vida se hacen interactuando con otros en el “mundo real”. Como docente, pienso que la educación presencial es en muchos campos del saber irreemplazable. Antes de la pandemia, las aulas ya necesitaban una transformación y esta cuarentena nos regala ese tiempo para reflexionar sobre su diseño. Sin embargo, es difícil plantear conjeturas sobre cómo la arquitectura podría reconfigurar los espacios educativos cuando aún la pandemia y la incertidumbre nos “habitan”. Las aulas del mundo post pandemia debieran propiciar entornos donde los estudiantes puedan generar intercambios, experimentar con sus sentidos a través de diferentes soportes (texto, audio, video, etc.) y potenciar sus talentos. Para eso, necesitamos crear espacios amplios y flexibles donde las formas y el equipamiento coadyuven a favorecer y superponer estas dinámicas. Creo que cuando todo esto pase, estaremos deseosos de volver a encontrarnos en el “aula real” donde el potencial de interacción y las vivencias que allí experimentamos no pueden ser superados aún, ni por la plataforma virtual más avanzada”.

Ivana Primitz. Arquitecta, Magíster en Gestión y Desarrollo Habitacional.




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